domingo, 27 de septiembre de 2009

SOL6 - P. Geryl


La actividad del Sol exhibe variaciones del ciclo de once años. Hay ciclos largos y cortos; el período más largo entre dos picos fue de 17,1 años (1788 – 1805), y el más corto fue de 7,3 años (1829 – 1837). También hay ciclos con una intensidad máxima, grande y pequeña. Por ejemplo, en 1952 y 1989, el Sol mostró una pesada actividad con violentas erupciones. Por otra parte, en 1962 no pudo verse casi nada sobre el Sol; estuvo muy quieto. La mayor sorpresa para los expertos solares se produjo en 1996. Según la teoría, este debió ser un período de calma entre dos ciclos, pero la naturaleza decidió lo contrario. En la primavera de ese año, el satélite conocido como Anik E-1 se tornó inutilizable, y la razón fue los daños provocados por la tormenta.

martes, 22 de septiembre de 2009

SOL5 - P. Geryl

La actividad solar es un fenómeno más o menos periódico. Durante siglos de estudio, la gente ha descubierto que el Sol alcanza un mínimo y un máximo en un período de once años, y a este período se lo denomina ciclo solar. Alrededor del año 1840, el astrónomo Wolf logró describir cuantitativamente las manchas solares y sus grupos. Tenga presente que en el año 1610 Galileo fue la primera persona que utilizó un telescopio para efectuar estudios astronómicos. Él vio que eran manchas y no planetas las que se movían alrededor del Sol, porque al contrario de lo que acontece con Mercurio y Venus, que pasan por el Sol de vez en cuando, no eran constantes sino cambiantes todo el tiempo, tanto en número como en ubicación sobre la superficie solar.

domingo, 20 de septiembre de 2009

SOL4 - P. Geryl

Las manchas solares se muestran en pares. Ambos componentes tienen un campo magnético opuesto, como si apareciera una gigantesca “herradura imantada” en la superficie solar. Obviamente, no es este el caso, pues hay fuertes corrientes eléctricas en el interior del Sol, que provocan los campos magnéticos.
Se denomina área de actividad al grupo de manchas y su entorno, porque sucede mucho más allá de la aparición de las manchas. Innumerables arcos de gas destruyen la superficie solar. Estos arcos o giros adquieren su forma característica a raíz de sus fuertes campos magnéticos, causados por las corrientes eléctricas, que poseen una fuerza de diez mil millones de amperes. Los giros son signos externos de estos gigantescos torrentes que se mueven por las manchas solares.

jueves, 17 de septiembre de 2009

SOL3 - P. Geryl

Una mancha solar es un fenómeno temporal. Las más pequeñas sólo existen unas pocas horas o unos pocos días. Las más grandes pueden durar de semanas a meses. Algunas de ellas, incluso, son tan grandes que son visibles a nuestros ojos. Las manchas solares aparecen y desaparecen según un ritmo determinado. Al comienzo del ciclo, las manchas aparecen en las proximidades de los “polos” del Sol. Durante el ciclo aparecen más cerca del “ecuador”. Después de eso, generalmente justo antes del final del ciclo, aparecen más alrededor de los polos. Pero el ciclo no se produce con regularidad, hay altibajos. Entre 1954 y 1965, por ejemplo, se vieron muchas manchas.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

SOL2 - P. Geryl

Las manchas solares son asombrosas. Forman áreas relativamente frías en la superficie y sólo parecen oscuras porque el resto de la superficie solar es más tórrido y brillante que las manchas. Dentro de una de ellas, la temperatura es apenas menor a los 4.000 grados, muy cálida por cierto, pero lo suficientemente fría para hacer la mancha aparentemente más oscura, debido al contraste con el entorno.
La disminución de la temperatura está causada por su fuerte campo magnético, el cual aparentemente es 10.000 veces más fuerte que el campo magnético de los polos de la Tierra. Este magnetismo detiene el movimiento ascendente que, en otras partes del Sol, transporta energía a la superficie. Como resultado, una cantidad menor de energía alcanza la superficie donde se encuentra la mancha, y a la mancha que tiene una temperatura inferior.

martes, 15 de septiembre de 2009

SOL1 - P. Geryl

Un cielo nublado puede arruinar seriamente nuestras vacaciones de verano. Este es un ejemplo relativamente inocente, porque un calor abrasador puede causar catastróficas sequías y destruir los cultivos. Los astrónomos ahora están comenzando a darse cuenta de que los ciclos de las manchas solares podrían ser la raíz de todo esto. Nuestro conocimiento de la correlación entre el ciclo solar de once años y la temperatura promedio en la Tierra, ha aumentado con el paso de los años. Ahora, parece que es cierto que el clima sobre la Tierra está relacionado con la cantidad de manchas solares. Uno de los ejemplos más notables es el periodo que va desde el año 1.650 al 1.710, cuando virtualmente no hubo manchas solares visibles. Los astrónomos denominan a este periodo el “mínimo incoherente.” En ese mismo periodo hizo más frió que lo normal en nuestra región. Los meteorólogos también lo llaman la Pequeña Era Glacial. (P.G.)